La Terapia Familiar ha experimentado un auge espectacular y explosivo en las últimas décadas. Consiste en el reconocimiento de la familia como sistema, con características que van más allá que las de los individuos que las forman.

El objetivo de la terapia familiar es trabajar con estos problemas a través de los miembros de la familia y seres queridos para ayudar a empatizar con los demás.

La terapia familiar sistémica se basa en los siguientes principios, según Minuchin (2009):
– La vida psíquica de un individuo no es exclusivamente un proceso interno.
– Las modificaciones en una estructura familiar contribuyen a la producción de cambios en la conducta y en los procesos psíquicos internos de los miembros de ese sistema
– Cuando un terapeuta trabaja con un paciente o con la familia de un paciente, su conducta se incluye en ese contexto.