Terapia EMDR

La terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) es una técnica psicológica terapéutica utilizada para atenuar los efectos negativos de los eventos traumáticos, para superar fobias o mejorar el rendimiento en ciertos aspectos de la vida. ​

El EMDR combina elementos teórico-clínicos de distintas orientaciones para permitir el reprocesamiento de traumas dolorosos. Se basa en la reconexión entre las emociones y la comprensión de lo sucedido para dejar atrás las emociones dolorosas. El EMDR es, junto con las terapias cognitivo-conductuales, uno de los tratamientos más efectivos para el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

¿En qué consiste la terapia EMDR?

La terapia EMDR es una técnica psicoterapéutica basada en movimientos oculares, estimulación auditiva y táctil para solventar problemas emocionales. Hay tres tipos de técnicas o tres tipos de estimulación bilateral que se usan en EMDR, que se aplican según cada paciente:

• Movimientos oculares sacádicos horizontales. Son un conjunto de movimientos que el terapeuta hace con los dedos en el campo visual del paciente. Este último tiene que seguir los dedos del terapeuta con la mirada sin mover la cabeza y haciendo un total de hasta 40 movimientos en cada realización. Es la técnica que mejor funciona en EMDR.
• Estimulación auditiva bilateral. En esta se usan tonos o música bilateralizada que se escucha con auriculares. El terapeuta cuenta con un dispositivo que le permite controlar los sonidos, velocidad e intensidad.
• Tapping. El terapeuta golpea con suavidad las manos de la persona que se encuentran apoyadas en su rodilla del paciente alternando derecha e izquierda y con alternaciones.

¿Cómo es una sesión de EMDR?

Para comenzar, es imprescindible realizar una valoración personalizada del paciente para establecer qué tipo de técnica es la más adecuada para cada caso o si será necesaria la combinación de esta terapia con otra.

En la sesión de terapia EMDR, en primer lugar, se pide a la persona que se concentre en el recuerdo que le está creando mayor malestar. Tras provocar el movimiento del paciente de uno al otro lado con la estimulación visual, táctil o auditiva, se le pide que indique lo que le viene la mente: sonidos, imágenes, sensaciones, etcétera. El proceso se repite hasta que desaparecen las sensaciones, emociones o pensamientos negativos. De este modo, el recuerdo traumático del pasado se conecta y procesa con recursos más adaptativos de la actualidad. Así, el paciente puede procesar de nuevo el suceso con una lectura emocional más sana, que permite que la conducta complicada se vaya.

Si tienes dudas, o no estás seguro de si la terapia EMDR se ajusta a tus necesidades, no dudes en solicitar más información o pedir una cita. Estoy aquí para ayudarte y lo haré encantada.